1911, Callao y Av. Libertador, Capital Federal. En ese punto de la gran ciudad nacería una tradición un tanto trágica y por lo tanto, interesante. La historia de los parques de diversiones porteños.
El Parque Japonés ubicado en el barrio de retiro fue el primer parque de diversiones de nuestro país, contaba con volcanes, lagos u una montaña rusa, pero su gloria duró hasta que una supuesta chispa de una locomotora del Ferrocarril Central (que pasaba por el borde del parque) incendiara gran parte de las instalaciones. Se dice que para 1925 el parque ya no tenía las habilitaciones correspondientes y después del incendio todo se complicó hasta que en 1930 cierra sus puertas.
Un par de años mas tarde, precisamente en 1939 abría las puertas el Parque Japonés, con nuevo nombre y nueva ubicación, "El Nuevo Parque Japonés" (si, no fueron muy creativos), estaba ubicado en el predio donde hoy se encuentra el Hotel Sheraton en el barrio de Retiro, funciona durante 20 años pero en 1944 cambia su nombre por "Parque Retiro", recordemos que para esos años se estaba llevando a cabo la segunda guerra mundial que tenía a Japón en el equipo de los malos (otro día abrimos debate sobre esto), en 1961 cierras sus puertas por los embates económicos de la época.
Un año antes del cierre del Parque Retiro, pero en el antiguo predio donde nace esta historia (Av. Libertador y Callao) se abría en 1960 el parque de diversiones más famoso del país, El ItalPark. Los hermanos Zanon.
Los hermanos italianos venían de buena racha después del Parque Rodó en Montevideo (son los mismos dueños de la fábrica de mosaicos Zanon ubicada en Neuquén, hoy Fasinpat la primera fábrica recuperada y bajo control obrero), el Italpark incrementó de manera brutal la pasión por los parques de diversiones y se transformó en un icono de la ciudad y de la época, se llenaba de famosos y hasta filmaron películas en sus instalaciones (muy parecido a lo sucedido con el Shopping Sur ya mencionado en nuestra página). El éxito del Italpark empezó a decaer a finales de la década del 80, la crisis económica y el abandono llevo a bajos controles de mantenimiento que derivó en la tragedia, el 29 de Julio de 1990 el juego Matter Horn sufre un desperfecto y uno de sus carros sale despedido, en ese carro se encontraban dos jóvenes, Roxana Alaimo y Karina Benítez, Roxana perdió la vida. El parque fue clausurado y nunca más volvió abrir sus puertas.
Cuatro meses después del grave accidente se clausuró definitivamente el predio y se dio paso a la construcción del Parque Thays, un lugar abierto sin juegos y con menos riesgos de incendio.
