¿Qué nos pasa después de la cuarentena?
- Lic. Lucía Eva Di Leo (M.N 71049)
- 19 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 31 dic 2020

La frase que nos puede resumir el día después del Aislamiento Social Obligatorio y sus cuarentenas administradas es en palabras de Carl Gustav Jung:“No somos lo que nos pasa, somos lo que deseamos ser.”. En este contexto de emergencia sanitaria todos hemos sido atravesados, en mayor o menor medida, por la pandemia y sus implicancias.
Hay quienes han explotado su lado creativo, su lado reflexivo, incursionaron en la meditación, yoga, la cocina e incluso se pusieron al día con lecturas pendientes. También están quienes realizaron una introspección y encontraron sus propias sombras, sus conflictos no resueltos y los recuerdos de experiencias pasadas.
Otros se enfrenaron con sus fantasmas, incluso se enfrentaron a soportar su propia soledad y/o tambien el miedo a la muerte, esa pulsión de muerte (TANATOS) mencionada por Freud que se contrapone a la pulsión de vida (EROS). Ante estas confrontaciones la creatividad se dio rienda suelta y se inventaron juegos y actividades para hacer con quienes compartían el confinamiento. Se reorganizaron las juntadas a distancia, las video-llamadas nos acercaban a nuestros seres queridos. De esta manera secomparte mate, una cena, un cumpleaños, una tarde o se hacían compañía durante las noches.
También hay que mencionar, que a lo largo de este confinamiento hay quienes este aislamiento no genero nada de esto.No extrañaron salir a la calle, no extrañaron tanto los abrazos, no extrañaban el contacto: ¿Esto está mal?, ¿soy malo?, ¿estoy mal yo? Eran algunas de las tantas consultas que se escucharon o se hicieron notar en este tiempo. Quienes no sufrieron alguno de estos efectos no son menos humanos.
Hay quienes tienen otras herramientas para afrontar esta situación y otros tantos, ante no sentir la falta del Otro como algo agobiante reflexionaron y encontraron que solo extrañaban algún o algunos abrazos puntuales. Ellos pudieron estar con sus fantasmas.
No quiere decir que no habrá efectos, quizás serán disfrazados con algún mecanismo, serán sublimados. Este hecho nos atraviesa a todos, en mayor o menor medida. Nadie saldrá inmune y está bien que así sea. Cada sujeto ES en tanto y en cuanto lo reconoce un otro.Un ser que le devuelve una mirada sobre sí. Todos somos seres sociales, históricos y culturales y no podemos pensarnos por fuera de estas categorías.
Ya lo planteo Freud en “Malestar en la cultura”, los sujetos sacrifican algo de si por convivir en sociedad. Si más allá del principio de placer el sujeto(el ser humano) decide sacrificar ese placer o postergarlo para estar en sociedad, este aislamiento seguro nos traerá consecuencias.
En estos días de cuarentena cada sujeto se encontró consigo mismo, con sus silencios y sus gritos mudos. Cuando se levante la emergencia sanitaria y nos re-encontremos comenzara otro proceso. Un proceso subjetivo pero que podrá transitarse con los otros. Debemos incorporar a nuestra propia historia lo que estos días nos enseñaron, nos mostraron y nos obligaron a ver. Debemos incorporar todo lo que hallamos, lo que hemos tapado y todo aquello que hemos callado.
Por delante tendremos un nuevo proceso, un nuevo tiempo para cada uno de nosotros. No somos sujetos que tuvieron que cumplir un aislamiento social obligatorio, somos sujetos que cumplieron una cuarentena, que cuidaron a los seres queridos, que se reencontraron consigo mismos y que con todo eso que hallaron, que descubrieron, que recordaron, que conocieron lo incorporaron a su historia. Con estas nuevas herramientas salimos a enfrentar lo que nos queda por delante, el segundo tiempo, el tiempo de incorporar lo aprendido a nuestra subjetividad.
“No somos lo que nos pasó, somos lo que hacemos con eso que nos pasó”. Seremos los sujetos que aprendimos a valorizar nuestro espacio, a cuidar nuestra tierra, a acompañar a nuestros seres queridos. Sujetos que re-descubrieron el valor de un abrazo, de una tarde en compañía, de una caricia. Hemos aprehendido otra forma de ser, solos y en sociedad, en comunidad. El segundo tiempo, el tiempo pos-cuarentena será un nuevo tiempo para poder interiorizar todo lo que hemos descubierto de nosotros mismos. Es un gran camino por delante, pero ahora sabemos algo que habíamos olvidado: Ahora sabemos que aislados, estamos unidos. Que aun solos siempre estaremos con los otros.
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