Arranqué a investigar esta historia en los mares de la internete buscando el origen de un lugar que hoy es icónico por su nombre original, pero su actividad es completamente distinta y, -por lo menos para mí-, sorprendente.
Siempre que pensamos en manantiales de agua salada surgida naturalmente, pensamos en lugares alejados, paradisíacos y sobretodo muy tranquilos, pero quizá nos olvidamos -o muchos ni sabíamos-, que teníamos uno, pero que no funcionó.
Resulta que a orillas del Riachuelo, ese que separa la Ciudad de Buenos Aires de la Provincia, existía una laguna con "poderes curativos". Sí, esos poderes que se les adjudican a las fuentes de aguas termales y, ciertamente los 21 grados de temperatura junto a la salinidad de sus aguas (comprobado científicamente), hacían que los pobladores de la gran ciudad y el creciente conurbano peregrinaran hacia "La Salada".
En el año 1910, una familia italiana 🇮🇹 de apellido Fiorito arma un complejo de piletas alrededor de la laguna, y para 1940 se crea el Parque La Salada. Esto desató el desarrollo de una serie de balnearios o parques recreativos con piletas, por lo general propiedad de sindicatos que le proporcionaban ingreso gratuito a sus afiliados. Entre la serie de piletas se encontraba Ocean, predio donde se inició la ya famosa internacionalmente Feria La Salada.
En 1961 luego de algunos conflictos con inundaciones en el Riachuelo que contaminaban la laguna, el Ministerio de Salud Pública clausuró el predio de la familia Fiorito y todo quedó en el abandono, hasta que en 1991 la colectividad boliviana de la zona de Ingeniero Budge (localidad donde se encuentra el predio) inicia la que ahora es la feria más grande de latinoamérica.
